Nuestro cuerpo está compuesto por el 50 o 60 % de agua que necesitamos para transportar los nutrientes, mantener nuestra temperatura y presión sanguínea, así como para eliminar los desechos. Por lo tanto, mantenerse hidratado es tan importante como los alimentos que consumimos para mantener una dieta saludable y balanceada, además de mantener nuestra concentración y función cerebral.
Perdemos agua todos los días de forma natural a través del sudor, la producción de orina e incluso al respirar (en forma de vapor). Para evitar la deshidratación necesitamos reemplazar esta agua con el líquido de los alimentos y bebidas de nuestra dieta diaria. Los líquidos no solo incluyen el agua, sino también todas las bebidas como jugos, tés, cafés y refrescos.
La mayor parte de los líquidos que necesitamos cada día provienen de las bebidas, pero alrededor del 20 % proviene de los alimentos que consumimos, por ejemplo, sopas, s verduras o frutas jugosas y comidas con salsas.