El corazón es el músculo más fuerte del cuerpo y se encarga de hacer circular el oxígeno y los nutrientes para que lleguen a los órganos y tejidos, y de eliminar los residuos metabólicos mediante una red de arterias y venas. Nuestros hábitos diarios afectan considerablemente nuestra salud cardíaca (por ejemplo, lo que comemos y bebemos, cuán activos somos, si fumamos y nuestros niveles de estrés) al igual que varios factores de riesgo no modificables como la edad, el género, el origen étnico y los antecedentes familiares.
Las enfermedades cardiovasculares son una serie de afecciones ocasionadas por problemas en la salud del corazón que afectan el sistema circulatorio. Las enfermedades cardiovasculares incluyen distintas afecciones, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y ataques cardiacos.
¿Quién tiene riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares?
Existe una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Algunos de estos son no modificables, lo que significa que no podemos cambiarlos, como la edad (el riesgo aumenta a medida que envejecemos), el origen étnico, el género y los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas. Sin embargo, existen muchos factores de riesgo que sí podemos modificar mediante pequeños cambios diarios para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Factores de riesgo modificables | Factores de riesgo no modificables |
Todos estos factores están asociados con nuestra alimentación, nivel de actividad, consumo de alcohol, nivel de estrés, sueño y peso.
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Puede parecer abrumador saber dónde comenzar, pero hacer incluso algunos cambios muy pequeños en la alimentación, el estilo de vida o algunos hábitos regulares suma para reducir considerablemente nuestros factores de riesgo modificables. Nunca es demasiado tarde para empezar a cuidar el corazón.