Muchos experimentamos cambios en nuestro estilo de vida durante la pandemia. Como resultado, muchos comenzamos a trabajar desde casa por largos períodos de tiempo y esto modificó nuestra rutina diaria. Muchos notaron que debido a eso están comiendo más y moviéndose menos durante el día.
Un estilo de vida sedentario se define como un tipo de estilo de vida con muy poca o ninguna actividad física. Trabajar desde la comodidad de nuestra casa se tradujo en pasar cada vez más tiempo sentados o sin movernos por períodos prolongados de tiempo. En muchos trabajos, debemos estar sentados en un escritorio, frente a una pantalla, por un período promedio de 8-10 horas por día, sin demasiado tiempo para estar en movimiento, a lo que se le suma que dormimos 7-9 horas cada noche.
Estar inactivos físicamente y sentados por extensos períodos de tiempo puede tener un impacto negativo en nuestra salud a largo plazo. La inactividad física está asociada con un mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer, así como sus factores de riesgo, como presión arterial alta, más azúcar en sangre y sobrepeso.