Calidad del sueño y energía

El tipo y las horas de sueño que obtenemos influyen en nuestra salud, energía y estado de ánimo.

La falta regular de sueño puede tener un impacto significativo en su estado de ánimo y salud e incluso puede acortar su esperanza de vida. Muchos procesos importantes ocurren mientras usted duerme, como la consolidación de la memoria, la reparación muscular, la liberación de hormonas y la eliminación de desechos y toxinas. La falta de sueño y los trastornos comunes del sueño están asociados con el aumento de peso y condiciones relacionadas con el peso como la hipertensión, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

Comúnmente, se recomienda dormir alrededor de 8 horas de sueño de buena calidad (ininterrumpido) por noche. Sin embargo, todos somos diferentes, así que algunos de nosotros necesitamos más y otros menos. Lo mejor es averiguar cuánto sueño necesita su cuerpo. Si se siente continuamente cansado, letárgico y está contando las horas para tomar una siesta, es probable que necesite dormir más de lo que duerme actualmente.

Existen muchas causas que provocan un sueño deficiente. Algunas de estas pueden provenir de condiciones médicas, como la apnea del sueño. Su médico o profesional de la salud le puede aconsejar si esto es una preocupación. Otras causas comunes de un sueño deficiente son el estrés, el exceso de alcohol, la inactividad regular, el exceso de cafeína, el trabajo por turnos y los viajes con diferencias horarias.

Si no está durmiendo lo suficiente de forma regular, esto puede tener un impacto real en sus niveles de energía, estado de ánimo, salud general y riesgo de enfermedad.

Los estudios han relacionado la falta de sueño y la mala calidad del sueño con el aumento de peso, la depresión, la ansiedad, así como con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y presión arterial alta (hipertensión).